Un reciente relevamiento realizado por el Ministerio Público Tutelar de la Ciudad de Buenos Aires (CABA) reveló cifras alarmantes sobre el bullying o acoso escolar en jóvenes de entre 12 y 18 años. Según el estudio, un 66,2% de los adolescentes han sido víctimas o conocen a alguien que ha padecido este tipo de violencia, ya sea física o psicológica, de forma intencionada por parte de otros compañeros. 

El informe fue realizado en el marco del programa Convivencia Respetuosa entre Pares, y reflejó que el 77,2% de estos episodios de violencia ocurren en el ámbito escolar, mientras que el 37,8% se producen a través de las redes sociales.

Una de las conclusiones más preocupantes del estudio fue la alta tasa de adolescentes que no comparten estas experiencias de acoso con ningún adulto o persona de confianza. Al ser consultados sobre con quién hablan si son víctimas de bullying, el 59,4% dijo que lo conversan con su familia, el 48,9% con amigos, pero un alarmante 24,4% afirmó que no habla con nadie sobre lo que está viviendo. Solo el 22,6% dijo que se lo cuenta a la escuela.

Carolina Stanley, asesora General Tutelar, expresó su preocupación por los resultados, destacando especialmente el 24,4% de adolescentes que no buscan ayuda. "Nos preocupa mucho que un porcentaje significativo de chicos y chicas no se animen a hablar sobre las situaciones de crueldad o malestar que padecen. No encontrar los modos de pedir ayuda podría tener consecuencias graves, como conductas autolesivas o trastornos psicológicos", advirtió Stanley.

La exministra de Desarrollo Social de la Nación y de la Ciudad, Carolina Stanley, destacó que desde el Ministerio se están llevando adelante acciones tanto con los jóvenes como con los adultos. "Es fundamental que los adultos generen espacios de confianza donde los chicos puedan hablar. Necesitamos crear ambientes donde se les pregunte a los adolescentes si están atravesando alguna situación difícil y animarlos a pedir ayuda", señaló.

El relevamiento se realizó a 1.380 chicos y chicas de entre 12 y 18 años, provenientes de escuelas de gestión pública y privada, después de participar en una de las actividades del programa Teatro para la Convivencia, una iniciativa que utiliza el humor para que los jóvenes puedan reflexionar sobre las dinámicas de convivencia en su vida cotidiana y expresen sus vivencias.

Desde el Ministerio Público Tutelar subrayaron que, si bien el trabajo se realiza a nivel grupal, es urgente llegar a aquellos adolescentes que sienten que no pueden hablar y garantizarles una escucha activa. "Queremos que todos los chicos y chicas que atraviesan estas situaciones de violencia sepan que pueden contar con apoyo y que siempre habrá alguien dispuesto a escucharlos", concluyó Stanley.

La investigación pone de manifiesto la urgencia de crear un entorno seguro y de apoyo para los adolescentes, donde puedan romper el silencio y encontrar las herramientas necesarias para enfrentar el acoso escolar, tanto dentro como fuera de las aulas.