En el marco de la Solemnidad del Señor del Milagro, el arzobispo de Salta, Monseñor Mario Antonio Cargnello, presidió este lunes 15 de septiembre a las 10:00 la misa estacional en la Catedral Basílica, previo a la procesión que recorrerá las calles de la ciudad durante la tarde.

Un llamado a la humildad y al servicio

Durante su homilía, Cargnello destacó la importancia de vivir la fe como un compromiso con los demás y con la comunidad, más allá de la devoción individual.
"No se puede pensar que uno puede solo. Es una estupidez creerse autosuficiente. No podés", afirmó, subrayando que el encuentro con Dios implica también abrirse a las necesidades de los otros.

El arzobispo exhortó a los fieles a traducir la fe en acciones concretas de fraternidad: "No podés ponerte delante de Dios en un yo-tú que no te lleve a un nosotros".

Asimismo, recordó que cada 15 de septiembre representa una oportunidad para presentar al Señor la realidad de la provincia y del país, y destacó que la verdadera devoción no puede ser una mera repetición de tradiciones.

"Hoy el Señor vuelve a mirarnos, vuelve a desinstalarnos de nuestras comodidades y nos dice: soy de ustedes, pero ustedes son míos", expresó.

Presencia de autoridades y fieles

La ceremonia contó con la asistencia del gobernador Gustavo Sáenz, el intendente capitalino Emiliano Durand, funcionarios provinciales y municipales, y miles de fieles que colmaron los alrededores de la Plaza 9 de Julio.

Cargnello también enfatizó que la fe activa debe traducirse en obras de servicio y compromiso social: "Cuando Él entra en tu vida, te abre también a las necesidades de los otros y no te deja tranquilo. Te provoca siempre a servir".

 

Con su mensaje, el arzobispo recordó la vigencia del pacto de fidelidad que une a los salteños con el Señor del Milagro, instando a que la celebración sea vivida como un compromiso personal y colectivo, y no como una simple tradición.