Provinciales

Desde Francia piden la restauración del monumento a las turistas francesas en Salta

Elías Garzón, hijo del escultor Alfredo Garzón, anunció acciones judiciales por la "profanación" de la obra.

La polémica en torno a la restauración inconsulta del monumento que recuerda a las turistas francesas Cassandre Bouvier y Houria Moumni, víctimas del crimen de 2011 en San Lorenzo, trascendió fronteras y llegó a Francia. Elías Garzón, hijo del fallecido escultor Alfredo Garzón, denunció que la intervención desnaturalizó la obra y adelantó que iniciará acciones judiciales en Argentina y en Francia.

"Lo que llaman una restauración es una profanación que desnaturalizó, con un trabajo mal hecho, las técnicas artísticas y los conceptos de la obra", declaró Elías a ElTribuno, quien reside en París. Aseguró que la intervención fue realizada sin consultarlo respecto de la propiedad intelectual, la cual le corresponde de pleno derecho.

El monumento, inaugurado en 2013 en el Mirador de San Lorenzo, fue concebido como un símbolo contra la violencia hacia las mujeres, a pedido de Jean-Michel Bouvier, padre de una de las jóvenes asesinadas. Sin embargo, según Elías, la obra perdió su esencia. "Es una falta de respeto hacia mi padre, hacia su voluntad artística, hacia las técnicas que utilizó, hacia los colores que representaban la sangre, la violencia hacia las mujeres y la esperanza de una sociedad más justa", sostuvo.

Desde Francia piden la restauración del monumento a las turistas francesas en Salta

El año pasado, Elías Garzón visitó Salta preocupado por el abandono y vandalización que sufría el monumento. En esa oportunidad, tomó contacto con autoridades provinciales para pedir garantías de preservación. Sin embargo, denunció que las promesas quedaron incumplidas.

El escultor radicado en Francia también relató sus gestiones diplomáticas. "El embajador argentino en Francia, Ian Sielecki, sigue sin responderme. Sí lo hizo el embajador de Francia en Argentina, Romain Nadal, quien me acompañará en las acciones", señaló.

 

"El resultado está a la vista: el monumento quedó desnaturalizado a tal punto que ya no se lo puede llamar más una obra de Alfredo Garzón", concluyó.

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