
El ajuste de Milei a la Educación fue del 40% y pone en riesgo las universidades
El panorama no es alentador para los profesores y estudiantes. Advierten que, en caso de aprobarse el Presupuesto 2025, la inversión caería aún más.
La educación pública en Argentina atraviesa una de las mayores reducciones de financiamiento de los últimos años. Entre 2023 y 2024, la inversión educativa del Estado Nacional cayó un 40,2%, disminuyendo del 1,48% del PBI en 2023 al 0,91% en 2024. Y el panorama para 2025 no promete mejoras: si el proyecto de Presupuesto 2025, enviado por el presidente Javier Milei al Congreso, es aprobado tal como está, la inversión caerá aún más, hasta el 0,88% del PBI.
Cabe aclarar que el Estado Nacional cubre solo el 25% del presupuesto educativo, mientras que el resto depende de las provincias, cuyas cifras aún no se conocen. Sin embargo, el objetivo del 6% del PBI establecido por la ley de financiamiento educativo de 2006 parece lejano. El propio proyecto de Presupuesto suspende por un año la obligación de cumplir con ese porcentaje.
En términos reales, el Presupuesto 2025 proyecta una leve subida del 0,65% en la inversión en "educación y cultura", después del fuerte ajuste de este año. Sin embargo, el economista Javier Curcio, coautor de un informe del Observatorio de Argentinos por la Educación, advierte que esta recuperación es cuestionable, ya que se basa en una estimación de inflación del 18,3% para 2025, una cifra que considera improbable. Según las expectativas del mercado, la inflación podría ser mucho mayor, lo que llevaría a una nueva caída del 6,93% en la inversión educativa real.
En cuanto a los salarios de los profesores universitarios, que representan el 90% de la inversión en universidades nacionales, la situación tampoco es alentadora. Tras una caída del 30% en 2024, se prevé una recuperación de apenas el 2% en 2025. Las universidades seguirán siendo la principal inversión de la Secretaría de Educación, con el 66,5% del presupuesto destinado a la educación superior.
Uno de los programas más afectados es el Plan Conectar Igualdad, que sufrió un recorte del 71% este año y desaparecerá por completo en 2025. El único programa educativo que no se ajustó en 2024 fue el de "Gestión Educativa y Políticas Socioeducativas", que incluso crecerá un 14% el próximo año, destinado principalmente a sostener a las familias dentro de las escuelas privadas mediante vouchers.
El recorte educativo es solo una parte del plan de ajuste más amplio impulsado por el presidente Milei. Si bien algunas áreas como Trabajo (+115,75%) e Inteligencia (+32,24%) recibirán más financiamiento, la educación apenas logrará un empate en el presupuesto proyectado para 2025. El informe del Observatorio de Argentinos por la Educación subraya que, aunque la educación sigue siendo una prioridad en la asignación de recursos, el ajuste generalizado afecta gravemente a todas las áreas.
Según Mariano Narodowski, profesor de la Universidad Di Tella y exministro de Educación de la Ciudad de Buenos Aires, "el presupuesto 2025 mantiene las prioridades de los últimos 40 años, favoreciendo a las universidades por sobre el resto del sistema educativo". Sin embargo, añade que "la gran diferencia es que el gasto público se reduce de manera brutal, cumpliendo con la promesa electoral del ‘ajuste más grande de la historia de la humanidad' que votó el pueblo argentino". Narodowski también destaca que mientras los universitarios se manifiestan contra este ajuste, "sería bueno que los más perjudicados, como los niños y las familias de la educación básica, también hicieran oír su voz en plazas y calles".