Luego del paro sorpresa realizado este miércoles en el Aeroparque Jorge Newbery y el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, el Gobierno tomó medidas firmes y desvinculó a 15 trabajadores de Intercargo. El ministro de Economía, Luis Caputo, explicó la decisión en la red social X, afirmando que estos empleados "tomaron de rehenes a los pasajeros" mediante un "piquete aéreo". Caputo destacó que la administración actual no tolerará "métodos de extorsión".

 

Esta medida se alinea con la reciente denuncia penal del Ministerio de Seguridad, que acusa a miembros de la Asociación del Personal Aeronáutico (APA) y de Intercargo por delitos de privación ilegítima de la libertad, extorsión y entorpecimiento del transporte. La denuncia, presentada por el abogado Fernando Óscar Soto, señala que la protesta afectó a más de 2.200 pasajeros, quienes quedaron atrapados en vuelos detenidos en ambos aeropuertos.

 

La ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, anunció que el Gobierno planea tomar "medidas significativas" contra los bloqueos en los aeropuertos, y mencionó la posibilidad de que Intercargo sea privatizada o incluso disuelta, con el objetivo de garantizar el servicio de rampa y evitar que los pasajeros queden atrapados en aviones.

 

El conflicto comenzó cuando empleados de Intercargo realizaron una asamblea en protesta por el despido de un trabajador que, según la empresa, había abandonado su puesto, causando demoras en la operación aeroportuaria. Durante el paro, Flybondi canceló ocho vuelos, afectando a más de 1.300 pasajeros, y retrasó otros cuatro vuelos, perjudicando a 649 personas. A pesar del impacto, los vuelos de Aerolíneas Argentinas continuaron sin inconvenientes.

 

Este episodio es el más reciente en una serie de conflictos en el sector aeronáutico. El martes, un paro de pilotos por reclamos salariales también había causado la cancelación de 25 vuelos en Aeroparque, afectando tanto vuelos nacionales como internacionales.