Cultura

Juana Figueroa: la trágica historia de un femicidio transformado en mito

Fue asesinada por su marido y arrojada al canal de Av. Hipólito Yrigoyen a principios del siglo XX. La sociedad machista y conservadora minimizó el crimen, convirtiendo su historia en una leyenda.

La historia de Juana Figueroa, una mujer salteña víctima de femicidio a principios del siglo XX, refleja cómo la violencia de género ha sido ignorada y distorsionada en la narrativa popular. Más de un siglo después, su caso se convirtió en un mito y una leyenda reprochable, despojándolo de su dimensión real como un crimen atroz cometido por su marido, Isidoro Heredia.

Juana nació en 1881 y vivió en una Salta aún en desarrollo, caracterizada por sus baldíos y una sociedad profundamente patriarcal. El 29 de marzo de 1903, su cuerpo fue hallado cerca de un canal por niños que alertaron a la policía. Según las investigaciones, fue asesinada con una vara de hierro tras años de maltratos por parte de su esposo. Heredia fue condenado a apenas 10 años de prisión, una sentencia que refleja la falta de justicia para las mujeres en esa época.

De víctima a santa: la distorsión de la violencia

Con el paso de los años, el femicidio de Juana Figueroa se despojó de su verdadero significado para convertirse en una leyenda local. En lugar de ser recordada como víctima de un crimen basado en el odio de género, se le atribuyó el rol de "santa popular". Según la creencia, Juana "concede milagros" a mujeres que atraviesan situaciones similares o a madres de jóvenes con problemas de adicciones.

El viejo santuario a Juana Figueroa, ubicada sobre Av. Hipólito Yrigoyen.

Esta transformación simbólica invisibiliza las raíces del problema: la violencia estructural hacia las mujeres y la necesidad de concientizar sobre el femicidio como un crimen que sigue arrebatando vidas.

Importancia de la perspectiva de género

En una sociedad que aún lucha contra la normalización de la violencia de género, es crucial resignificar historias como la de Juana Figueroa. Reconocer su caso como el primer femicidio documentado en Salta y desmitificar la narrativa popular es un paso fundamental para visibilizar la problemática.

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