Miles de argentinos varados en Bolivia: el Puerto de Chalanas sigue cerrado
La crecida del río arrasó con las dársenas que Bolivia había construido sobre el cauce, generando pérdidas económicas, varados en la frontera y un reclamo diplomático argentino.
La inesperada crecida del río Bermejo dejó en ruinas el puerto de chalanas que une Bermejo con Aguas Blancas, donde miles de personas cruzan diariamente hacia Bolivia y Argentina. Mientras tanto, el Gobierno argentino prepara una queja formal por las obras realizadas sin autorización en el límite binacional.
El puerto de chalanas de la frontera permanecerá cerrado tras los graves daños provocados por la crecida del río Bermejo, que arrasó con las dársenas y embarcaderos construidos del lado boliviano. La situación, que ya venía siendo motivo de controversia por la ejecución de obras en territorio limítrofe, derivó ahora en un reclamo formal de la Cancillería argentina. Miles de argentinos están varados desde el sábado.
El escenario en la jornada de ayer fue desolador: playas vacías, estructuras destruidas y cientos de trabajadores sin poder desarrollar sus actividades. La crecida del Bermejo, ocurrida en cuestión de horas, se llevó todo a su paso, afectando las precarias plataformas de metal y madera que se utilizaban para el abordaje de pasajeros y el traslado de mercancías entre ambas orillas.
El interventor de la Municipalidad de Aguas Blancas, Adrián Zigarán, confirmó que el Ministerio de Relaciones Exteriores realizará un reclamo diplomático a Bolivia por las obras ejecutadas sin autorización sobre el cauce compartido.
"Me comuniqué con el director nacional del Área de Fronteras e Hidrovía, Gustavo Ferragut, quien me confirmó que se enviará la queja vía Cancillería", señaló Zigarán.
Según detalló, los murallones de piedra o dársenas construidos por el país vecino se encuentran dentro del cauce del río, sin haber sido notificados previamente los organismos argentinos competentes.
"El eje del Bermejo marca el límite internacional. Hay gente que cree que Bolivia son los dos márgenes del río, pero no es así", aclaró el funcionario.
La controversia limítrofe se produjo días antes de las elecciones presidenciales en Bolivia, y coincidió con un fin de semana en el que se esperaba un intenso movimiento comercial por el Día de la Madre. Sin embargo, la crecida frustró las ventas y dejó a cientos de bagayeros, pequeños comerciantes y turistas varados.
"Fue un día gris, casi negro para la economía de frontera", afirmaron vecinos de la zona, quienes vieron cómo la actividad quedó paralizada de un momento a otro.
