Sociedad
Tomó un atajo y terminó descubriendo un mensaje de 6.000 años de antigüedad
Un arqueólogo en noruega tropezó con antiguos grabados en una roca, revelando un enlace visual con la vida y la fauna de hace seis milenios.
En un día común de 2016, mientras se dirigía a un sitio de excavación en Sør-Varanger, Noruega, un arqueólogo tomó un atajo que lo llevaría a realizar un impensado descubrimiento.
Durante su camino, Erik Kjellmann observó unas marcas en una piedra que inicialmente parecían simples rasguños. Sin embargo, tras un examen más detallado junto a un colega, descubrieron que eran petroglifos con figuras de renos y alces que datan de hace unos 6,000 años.