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Lloran los peronistas: qué pasará con el edificio que lleva la cara de Evita

Las alternativas incluyen una subasta, convertirlo en un complejo de viviendas o incluso un cierre total.

El gobierno nacional está considerando distintas opciones para el futuro del emblemático Edificio Evita, ubicado sobre la avenida 9 de Julio, que actualmente alberga al Ministerio de Salud y diversas dependencias del Ministerio de Capital Humano. A pesar de versiones que hablaban de una posible demolición, desde la Casa Rosada descartan esta posibilidad y aseguran que, en 2025, se podría tomar una decisión definitiva sobre el futuro del inmueble.

El edificio, que data de 1936 y fue originalmente construido como sede del Ministerio de Obras Públicas, ha sido catalogado como "antiguo" y "costoso" por el Gobierno. En las últimas semanas, el inmueble volvió a la agenda pública debido a la falta de mantenimiento y a las condiciones de algunos de sus espacios. Fuentes del Gobierno han señalado que hay áreas que no han sido intervenidas en más de 20 años, lo que ha generado una serie de inconvenientes como ascensores fuera de servicio, grietas en las paredes, un sistema de climatización obsoleto y una mala distribución de espacios.

Opciones que se analizan:

El Gobierno contempla varias alternativas para el futuro del edificio:

  1. Subasta: Una opción sería poner el edificio a la venta, permitiendo que el mercado defina su destino.
  2. Reconversión a complejo de viviendas: Otra posibilidad es transformar el edificio en un complejo de viviendas que podría ser destinado al mercado inmobiliario.
  3. Cierre total: También se baraja la opción de cerrar el edificio y reubicar a los trabajadores en otras dependencias del Estado.

Incluso se ha propuesto una posible cesión del título de propiedad a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, aunque esta alternativa requeriría un acuerdo entre ambas partes, lo que lo convierte en un proceso complejo.

El estado actual del edificio, que en su última etapa de la gestión de Alberto Fernández fue escenario de protestas y acampes de organizaciones sociales, está siendo revisado por el Ministerio de Capital Humano, que subraya la falta de infraestructura adecuada para el funcionamiento de las dependencias allí ubicadas.

El futuro de esta estructura, que en su momento fue un símbolo del poder del gobierno, sigue en discusión. Aunque el gobierno descarta la demolición en el corto plazo, las decisiones sobre su destino se tomarán a partir de 2025, según informaron fuentes oficiales.

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